jueves, 7 de junio de 2007

VUELVE LA TABARRA



ETA vuelve a la carga. Y con ella vuelve el amarillismo mediático, la marrullería política y la manipulación estadística. Vuelve el ruido.

Según datos de la Agencia Internacional Contra el Cáncer (IARC), en el año 2002 murieron en España 94.263 personas por la maldita enfermedad.

En un estudio realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) se da cuenta de que en el periodo 2000 - 2005 murieron en España 23.338 personas por accidentes de tráfico. El economista Antonio Lladó deslizó en ese mismo estudio el macabro dato de que los accidentes mortales ocurridos durante el año 2004 supusieron un gasto de 4.174 millones de euros, equivalente a un 0’46% del PIB.

Según estadísticas del Ministerio de Trabajo, en el primer trimestre del presente año las muertes por accidentes laborales ascienden a 317, lo que sitúa a nuestra país en el primer lugar en este tipo de estadísticas dentro del marco de la Unión Europea.

Como todos sabemos, porque la prensa no se cansa de decirlo y el Ministerio del Interior lo ratifica con datos, los muertos por ETA en cuatro décadas de actividad han sido 817, sin contar, claro está, la matanza del 11M, para desesperación de los acólitos de la “teoría de la conspiración”.

Atención, pregunta:
¿Cuánto tiempo más va a girar la política de este país alrededor de la actividad -criminal, sin duda- de los cachorros de la burguesía vasca?
¿Cuánto tiempo más vamos a estar sin poner solución a los problemas que matan a mansalva para prestar atención a los asesinatos de una mafia regional?
¿Cuánto tiempo más va a figurar el terrorismo entre las principales preocupaciones de los españoles?
¿Cuánto tiempo más vamos a sufrir el adoctrinamiento mental de los medios?
¿Cuánto tiempo más veremos en portada las almorranas de De Juana Chaos?

La respuesta buena es:
Estaremos así todo el tiempo que la tabarra etarra continúe dando réditos políticos y económicos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estadística a pie de barra: España es un país de, al menos, veinte millones de muertos de aburrimiento. ETA da matarile a tiros por la espalda y toscos bombazos de diseño, los politicastros y medios de contaminación que le siguen el rollo también matan. De aburrimiento.

TRANSIDO dijo...

El precio por evitar una matanza generalizada quizá sea mantener una violencia de baja intensidad.

El miedo o el terror son dos componenyes esenciales de la fórmula que el poder ejerce para ejercer a través suya el dominio.

Los que hay detrás de ese poder lo administran con eficacia para mantener su status invariable o para acumular más poder.

Esa violencia de bajha intensidad es el alcohol que se necesita para no caer en la desesperación de la marcialidad y el rigor astémico.

De qué sino se iban a nutrir tantos rumiantes del aburrimiento.

Anónimo dijo...

marcialidad desesperada + rigor astémico = rigor mortis

Anónimo dijo...

Sólo es unamax de las manipulaciones diarias que tenemos en nuestras infinitesimales vidas.

Anónimo dijo...

Y digo yo ¿quienes utilizan el terrorismo para hacer una política oscurantista y aterradora no son, a su vez, terroristas por terceros interpuestos? No sé, se me ocurre. Es que tengo unas ganas tremendas de llamar terrorista a la cúpula del PP. Pero, claro, no me atrevo a llamárselo por miedo.