martes, 23 de enero de 2007

CON LAS COSAS DE COMER NO SE JUEGA


Enciendo la tele y no veo más que cocineros. Hay programas especializados, concursos, congresos, lecciones magistrales... El gorro blanco de tubo, que antes movía a risa, es reverenciado como si se tratase de la mitra papal. Ahora visten como científicos y gastan micrófonos inalámbricos. Se han cambiado hasta el nombre: son restauradores. En sus apariciones estelares explican pormenorizadamente lo que le están haciendo con un soplete a un trozo de foie-grass, que tampoco se llama ya así, claro. Crean platos de “fusión”, siempre minúsculos, con nombres que tardan más en deletrearse que en comerlos. Manosean la comida, componen platos con pinta de cuadros de Kandinsky, hablan de estructuras, atmósferas, nucleótidos, texturas y liofilizaciones. En la prensa han engordado las secciones de gastronomía como si estuvieran alimentadas por los platos de los que escriben. Los vinos han generado un nuevo género literario plagado de composiciones lingüísticas de mistérico alcance: “se estructura bien en boca dejando un largo retrogusto”. La gente habla de cuando comió en tal o cual restaurante, glosando la ambrosía que cataron. Los más atorrantes aseguran ser amigos de este o aquel chef de fama internacional.
¿De dónde ha salido todo esto? Pues del mismo sitio que el rally de Dakar o los pases de modelos. No es más que el ansia del “parvenu” por demostrar su sobrevenida abundancia. Somos un país de nuevos ricos que queremos olvidar a toda prisa que “con las cosas de comer no se juega”. Hasta aquí llegó la memoria histórica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ls peor de todos estos sabios de la "nouvelle fogonerie" es que no explican que encontrar un tomate como los de antes cuesta un riñón. La destruccción de nuestra agricultura, piscifactoría y ganadería es un hecho que parece ya irreversible. Si los "parvenús" se contentan con la cocina de diseño - o cocina étnica según el restaurante que elija Nails, el hermano del fantástico telesiquiatra Frasier- que se tragen sus cuentos chinos y suelten la pasta. Más vale que se dediquen a eso que se distraigan participando en concursos o performances de terapia ocupacional matando osos en los Balcanes, caso de nuestro bandarra Juan Carlos I.
Grock

Anónimo dijo...

Esa parte visible de la masa que se muestra en los media parece saturada, pero es sólo una apariencia.
"Ya no hay hambre". Una falsedad más. LA HAY y MUY PRÓXIMA, pero no se quiere ver, ni mostrar.
Efectivamente este es un pais de nuevos ricos, y no es que la riqueza se haya hecho democrática, No hay una mejor redistribución de esa "riqueza", y las diferencias entre pobres y ricos siguen aumentando, como los que sobreviven en el umbral de la pobreza.

Pero de imágenes también come el hombre, así que hoy me voy a conformar con un menú virtual, para sentir algo, aunque sea hambre...

Anónimo dijo...

Ejecicio de Terapianumero 3.

Toda la gente que conozco (ya sabes, cada uno hijo de su padre y de su madre) y disfrutan con tus cápsulas de Radio 5 (RNE) coinciden en reconocerte dos valores a la par: ¨Son buenos en la forma e irrefutables en el contenido".
Salud
Pedro Calvo